CASTELLDEFELS
CASA DE LUCEA
Quisiera tener un jardín, una casita, hierba, animales, libros, cuadros, música. Y sacar de todo esto lo que quiero sentir; expresar todas estas cosas.. . Quiero vivir la vida cálida, anhelante, viva, tener raíces en la vida, aprender, desear, saber, sentir, pensar, actuar, eso es lo que quiero, a donde debo tratar de llegar. Con estas palabras de Katherine nos da la bienvenida la CASA DE LUCEA. Como si de un trocito del caribe se tratase la ubicamos en el barrio de Bellamar en Castelldefels con 395 m². Comenzamos. Caminamos por el jardín de 1.219 m² nos sentamos a vivirlo, llega el olor del jazmín y de la madreselva, columpiándonos en flor y en blanco, entre cipreses centenarios y arbustos que se han convertido en árboles. Desde más allá, el olor a sal y a pino joven. Pasamos al interior desde la entrada principal. Se nos abre ante nosotros un gran salón presidido por un ventanal al infinito de imponentes vistas a nuestro verde jardín. Con diferentes ambientes de espacios colosales nos permite crear zonas a nuestro interés. Caminamos a la cocina. Con un claro estilo moderno y desenfadado nos invita a sentarnos y descorchar un vino con Flor de Hibisco a la vez que compartimos un pescado Escoviche. A nivel y sin dejar de mirar al jardín salimos desde la cocina. Nos encontramos con el jardín trasero. Un remanso de paz en donde el único sonido es el cantar sedoso de los pájaros. Un recoveco de paz y absoluta privacidad nos envuelve y da total paz. La planta baja se complementa con una dormitorio con despacho y un baño completo. Subimos a las habitaciones a través de una escalera curva que nos encandila y nos envía al lugar más privado. Caminamos por toda la planta. Cuatro dormitorios con letras mayúsculas de las cuales una de ellas triple pensada para el matrimonio con vestidor ciclópeo y baño monumental, dos dobles y una cuarta con estudio, vestidor, baño propio y acceso directo al terrado. La CASA DE LUCEA cultiva la tranquilidad, familia e intimidad. No es una casa de lujo. Es un lujo de casa. Si antes de besar a la persona amada habéis contemplado las estrellas, no la besaréis del mismo modo que si sólo habéis mirado las paredes de su hogar. La CASA DE LUCEA se nos presenta exquisita en sabores, bella en colores y matices, rica en jardines y sensaciones. Con un estilo que nos recuerda al caribe colonial, conserva perfectamente toda la grandiosidad del sabor y el color, como si estuviese esperando ser amada por primera vez.