CASTELLDEFELS
CASA AZUCENA
Existe una leyenda que leí en uno de esos días en donde las estrellas iluminan las páginas con un blanco poderoso. Se trata de Azucena. Habla de un indio que se enamoró de las estrellas de Lyra que brillan intensa y fuertemente blancas en las noches de verano. Comenzamos. Ubicado en la playa de Castelldefels como un haz de luz surge la casa AZUCENA. Con 190 m² crece ante nosotros blanca y radiante. Oneida se pasaba horas contemplando el nocturno panorama inundado de múltiples estrellas, pero sobre todo en las noches de verano en que quedaba cautivado por su visión. Estaba casado con Nayeli, pero la naturaleza le había negado sucesión y esto le traía descontento y triste. Entramos con totla independencia del resto de casas a través del jardín delantero. Antesala positiva de lo que vamos a descubrir. Oneida miraba tanto las estrellas que se imaginó que sería tenerlas como hijas. Ese fervor le hacía rogar a los dioses que le ayudasen a tener una hija tan bella como una de esas estrellas. Abrimos la puerta y pasamos al salón. Brillante, blanco, radiante. Con un estilo neutro hacia nórdico nos da pequeñas pinceladas de tonos llamativos en los aluminios y nos invitan a soñar con cómo sería descansar en este lugar. Tan fuertes fueron las súplicas de Oneida que los dioses cumplieron el deseo de que Nayeli quedara encinta. Al girar la vista aparece ante nosotros el gran ventanal que nos catapulta hasta el jardín. Un jardín grande que va hasta el final de la parcela. Aunque actualmente no existe separación entre casas, en la entrega habrá una valla separadora entre el resto de casas y una piscina privada para cada una. Volvemos hacia dentro y tras la puerta de madera corredera aparece la cocina con muchos toques SKANDI en donde se han colocado electrodomésticos de la marca TEKA. La planta se complementa con un aseo. Un día dulce de verano Nayeli dio a luz. Continuamos por las habitaciones. Tres son los dormitorios que nos resguardan, todos con baño privado de porcelámico y piezas suspendidas. Azucena fue el nombre de una niña de tez blanca y primorosa, con unos preciosos ojos plateados que recordaban a una estrella. La casa AZUCENA además del jardín, goza de solárium, con hamaca, con brisa marina, con cielo despejado, con todo lo necesario para tumbarse a disfrutar de todas las noches de verano. Se complementa con un garaje subterráneo con espacio para dos vehículos. La casa AZUCENA nos recuerda que si algún día vas a seguir a una estrella, hazlo con el corazón.