CASTELLDEFELS
LUCES DE MAR
Es más de media noche. Las estrellas lucen claras en el firmamento y a su débil claridad se levantan suaves y sinuosas las dunas de arena de Castelldefels. Dentro de poco saldrá la luna. Entonces tendrá que salir. El mar está quieto, negro y manso, susurrando como rompe en su quietud, sin fin hacia el horizonte mangata. Apenas si unas leves ondas chapotean en la playita en su camino hacia el mar. Bienvenidos a la casa LUCES DE MAR. Era un día de lluvia de esos que hacen frio cuando habíamos quedado con Charlotte y Pierre. Me había comentado que había una casa distinta a las demás que me iba a encantar. Es difícil sorprender a un Agente inmobiliario sin embargo nada más picar al timbré me di cuenta que podría ser verdad. En la ficha ponía 195 m² construidos. Nos abre Charlotte y nos hace pasar al salón. No hacía falta decir más. Me fijé. Todo el espacio diáfano en donde el recibidor se unía al salón con ventanas a diferentes orientaciones. La luz entraba a borbotones incluso en un día lluvioso. No pude evitar hacer el cumplido. Seguimos por la cocina abierta, con el sur siempre presente contemplo el enorme mármol brillante con sus armarios y sus ventanas eléctricas. Caminas por la casa y te viene a la mente frases como “No sabía qué ponerme y me puse feliz” o bien ”todo vale la pena si te hace reír” inundan el ambiente haciéndolo más aún si cabe positivo y jovial. Seguimos hacia las habitaciones. En la planta 1ª veo que hay dos habitaciones, dos dobles y con personalidad. Comenzamos por ella. Con espacio para cama grande y armario son sus puntos fuertes y destacan, en la orientación, es decir, entras y lo primero que ves es una gran ventana que hace entrar la luz directamente a tu cama. Cada una de ellas dispone de un baño propio. Pasamos a la habitación la mirada de estrellas, cohetes y astronautas. Un espacio único que nos permite crear cualquier mundo de fantasía junto con un tercer baño también privado. Aún me queda un espacio. Veo un una terraza privada, atalaya de sol y mar. Cómo debe ser despertarse por la mañana y lo primero que ves es la luz de tu terraza? Ahora entiendo la sorpresa. Ahora entiendo por qué a todo el mundo le gusta esta habitación. Cómo no iba a llamarla a esta casa LUCES DE MAR, si en ella captas todas las posibles tonalidades. Antes de salir me doy un paseo por el jardín de más de 200 m². Absolutamente privado en donde podemos destacar el acceso plano, tu espacio de terraza baldosada y tu propia piscina. Imaginemos pues. Sentados en nuestra hamaca, el móvil en la mano, una buena serie o un gran libro, el peque justo en frente chapoteando en la piscina, que maravilla, hoy seguro que se duerme pronto, tu pareja preguntándote si nos tomamos otro café o granizado. Ves, esto es lo que te espera. Un dato importante para sibaritas, la casa se complementa con un garaje para dos coches y dos trasteros. La familia de Charlotte ha sido muy feliz aquí, estoy seguro que la familia que lo compré será igual de feliz.