CASTELLDEFELS
LA ALDEA DE FERRER
En un bosque que navega y se balancea sobre las olas. En un bosque en donde, sin saberse cómo, comienzan a cantar pájaros. Deben de estar escondidos por ahí y de repente deciden salir a la luz. Tal vez porque se saben que es su hogar y son felices. La casa LA ALDEA DE FERRER invita a cantar feliz. Ubicada en Montemar de Castelldefels nos permite desconectar en un conjunto de casitas unidas por senderos comunes. Terrazas de amplios ambientes rodean la casa donde se mezclan vistas, luz, diversión en la piscina y jardines mediterráneos. Todo hecho y construido con carácter del lugar. Pasamos al interior de 102 m² y nos envolvemos del estilo de aldea y modernidad. En la planta bala dispone de una cocina de grandes dimensiones, un baño, el salón presidido por un amplio ventanal el cual da lugar a una terraza de vistas periféricas. La sensación es la de salir a un lugar quieto, silencioso, amable en donde los vecinos se conocen como si de una pequeña aldea se tratase. Subimos a la primera planta. Tres dormitorios junto con un baño crean el espacio de sueño. La principal además dispone de un vestidor. Vamos a la buhardilla. Se abre ante nosotros un espacio diáfano y practicable, una buhardilla como las de antes con amplios ventanales de Velux, un espacio lúdico en donde el gran billar centra todas las miradas. La casa se complementa con una bodega subterránea para el vino, las aguas y todo aquel elixir que necesite de un lugar fresco. De vez en cuando vale la pena salirse del camino y sumergirse en la ALDEA DE FERRER. Encontrará cosas que nunca había visto.