CASTELLDEFELS
La casa de matilde montoya
Hay casas que desprenden carácter. Que sus propietarios son participes de él. Que el esfuerzo y la determinación se palpan y se siente. Bienvenidos a la casa de Matilde. Fue en México donde una mujer de apellido Lafragua se dio cuenta que su hija era excepcionalmente inteligente. Ubicada en Can Bou de Castelldefels nos sorprende con sus 200m² construidos. Fue con cuatro años que ya sabía leer y escribir y con 11 años entró en el instituto. Comenzamos por el salón. Son 35m² a dos alturas. Separando físicamente el comedor del salón. Su padre nunca entendió ese afán por el estudio, sin embargo su talento le dio fuerza. Es más, con 16 años entró en la facultad Nacional de Medicina en contra de todas las opiniones ya que decían que una mujer no podía ser médica. Seguimos por la cocina. Totalmente reformada con un estilo absolutamente moderno y sencillo. Tonos blancos la envuelven. Haciendo de ella un lugar ideal donde cocinar. Caminamos por el salón u salimos a la terraza. Era tal la situación que la facultad la quiso expulsar. La terraza es un espacio de recreo donde el jardín lo complementa y la luz hace especial. Matilde no se quedó de brazos cruzados, y escribió una carta a Díaz, presidente de México, pidiéndole ayuda para poder seguir luchando por su sueño. La planta también dispone de un aseo. Tan sólo deseaba seguir estudiando y que le dieran una oportunidad. Subimos a los dormitorios. Son tres, todos grandes. La principal goza de un vestidor y un baño propio. Las otras dos comparten un segundo baño y una zona de estudio que se creó en lo alto. Fue la determinación de Matilde y un poco de la ayuda de Díaz con o que le dejaron seguir estudiando. Subimos al solárium. Todo el espacio de casa se abre para que podamos subir a tomar el sol o a disfrutar de un ambiente tranquilo. Sin embargo la universidad no le permitió presentarse al examen final. Bajamos al garaje para dos coches y nos encontramos un espacio más. Volvió a pedir ayuda a Díaz y este decidió presentarse en el examen para que ella pudiera demostrar su valía. Tras cruzar el garaje y conectado con el salón nos encontramos un segundo salón con dos dormitorios y un baño que se convertirá en la delicia de quienes dispongan grandes familias y deseen compartir su hogar. Fue un momento histórico en donde Matilde aprobó el examen y se convirtió en la primera mujer médica de México en donde ella se desvaneció por todo el esfuerzo realizado y con gran alegría consiguió pronunciar “soy médica”. La casa de Matilde Montoya nos invita a luchar por nuestros sueños sin contar las dificultades que se nos puedan presentar.