CASTELLDEFELS
La casa ANTOINE DE CAREME
Sólo aquel que ha endulzado con confituras, compotas y pasteles sabe de la ilusión que pueden crear sus manos en el imaginario de sus allegados. Con 228m² la casa ANTOINE CARÊME nos azuza a enmelar deseos e ilusiones. Comenzamos. En el jardín se cuentan los aleteos en las plantas, las risas en las terrazas, los soplidos en la barbacoa. En las noches se cuentan las estrellas no las nubes. En ella se cuentan sus sonrisas no sus lágrimas. Pasamos para adentro y conocemos el salón donde se trata a los amigos como familia y a la familia como amigos. Con dos ambientes diferenciados para tomar té o ver la televisión arropados por la chimenea. El comedor completa la sala y conecta con la cocina. Nata para montar, mascarpone, azúcar, leche, café, melindros, cacao y yema de huevo son los ingredientes necesarios para compartir una suculenta tarta en nuestra cocina con comedor. Bajamos una planta y encontramos un apartamento completo, con una habitación, un vestidor, una cocina un baño y un gran descubrimiento, una gran bodega con un garaje. Subimos a los dormitorios. La felicidad reside en el descanso del espíritu de todas ellas. Dos dobles, dos individuales. Dos baños de los de antes con mucho espacio y todo por descubrir. Falta un pequeño paraíso, una gran buhardilla a dos vientos, a dos terrazas, a tres mundos. El sol, las estrellas y la inspiración. La casa ANTOINE DE CARÊME te invita a que la conozcas y que notes que, para que sientas pasión, le tienes que poner corazón ya que por encima de todo, se trata de que reinen sentimientos y felicidad.